

Existen dos tipos de ACVs: el accidente vascular isquémico y el accidente vascular hemorrágico. A continuación explicamos cómo ocurren.
La obstrucción de arterias impide la circulación de oxigeno en el cerebro, provocando un accidente vascular isquémico.
Normalmente este tipo de derrames ocurre en personas con más edad y está asociado a otros problemas de salud, como colesterol, diabetes, hipertensión y tabaquismo.
Los accidentes vasculares hemorrágicos, otro tipo de derrame, acontecen debido a las roturas de los vasos sanguíneos provocadas por traumatismos, coagulaciones o presión arterial alta.
Debido al hecho de que cualquier persona, joven o de mayor edad, puede sufrir un AVC, creemos importante ayudar a reconocer anticipadamente todas las señales posibles relacionadas con este problema. Estas señales pueden aparecer ¡hasta un mes antes del derrame!
Señales que anteceden a un ACV:
Dolor e incomodidad general
Pies y manos hinchados
Problemas al hablar y para entender a los demás
Debilidad y parálisis en un lado del cuerpo
Dolor de cabeza
Hipo acompañado por estos síntomas
Problemas respiratorios
Pérdida de visión
Adormecimiento de las extremidades
Factores que puede provocar un ACV
Genética
Obesidad
Hipertensión
Exceso de alcohol
Exceso de colesterol
Tabaquismo
Consumo de drogas
Variaciones en el sistema vascular
Cómo prevenir un AVC:
Controlar el colesterol
Practicar ejercicios físicos
Evitar consumo de azúcar
Dejar de fumar
Evitar la sal
Ejercitar el cerebro a través de la lectura y al aprendizaje
Evitar el consumo de grasas
Controlar la presión arterial
Perder peso
Tener una buena alimentación
Evitar el exceso de alcohol
Controlar el estrés
Un ataque cerebral o derrame cerebral, llamado clínicamente accidente cerebrovascular, ocurre cuando se altera el flujo de sangre hacia el cerebro. Cuando se presenta un ataque cerebral, un área del cerebro empieza a morir porque deja de recibir el oxígeno y los nutrientes que necesita para funcionar.
Para entender mejor este accidente, tenemos que conocer las dos clases principales de accidentes cerebrovasculares:
El accidente cerebrovascular isquémico es causado por un coágulo que bloquea u obstruye un vaso sanguíneo en el cerebro. Aproximadamente el 80% de todos los accidentes cerebrovasculares son isquémicos.
Es causado por la ruptura y sangrado de un vaso sanguíneo en el cerebro. Aproximadamente el 20% de todos los accidentes cerebrovasculares son hemorrágicos.
Aunque los ataques cerebrales son una enfermedad del cerebro, pueden afectar todo el cuerpo. Los efectos de un ataque cerebral pueden variar desde leves hasta severos, y pueden incluir parálisis, problemas de raciocinio, del habla, problemas de visión, y problemas en la coordinación motora. Los pacientes también pueden sentir dolor y adormecimiento después de un accidente cerebrovascular.
No puedes darte cuenta que estás sufriendo un ataque cerebral porque éste afecta el cerebro. Para un espectador, alguien que esté sufriendo un ataque cerebral puede parecerle simplemente distraído o confundido. Las víctimas de estos ataques pueden quedar menos afectadas si alguien a su alrededor reconoce los síntomas y actúa rápidamente.
Los síntomas de los ataques cerebrales son claros y se presentan repentinamente. Llama a urgencias si tú o alguien a tu alrededor está sufriendo cualquier de estos síntomas:
Un ataque cerebral es una emergencia médica. Cada minuto cuenta cuando alguien está sufriendo un ataque cerebral. Cuanto más tiempo dure la interrupción del flujo sanguíneo hacia el cerebro, mayor es el daño. La atención inmediata puede salvar la vida de la persona y aumentar sus posibilidades de una recuperación exitosa. Si crees que alguien está teniendo un ataque cerebral, si él o ella pierde súbitamente la habilidad para hablar, o para mover el brazo o la pierna de un lado del cuerpo, o experimenta parálisis en un lado de la cara, llame inmediatamente a urgencias.
El tipo más común de ataque cerebral puede ser tratado con una droga que disuelve los coágulos que obstruyen el flujo de sangre hacia el cerebro. El plazo máximo para que a los pacientes con accidentes cerebrovasculares se les inicie tratamiento es de tres horas. Pero para que puedan ser evaluados y sometidos a tratamiento, los pacientes deben llegar al hospital lo más pronto posible.
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